26.7.13

Fundación de San José de Ávila (y V)

Continuamos, un día más, viendo los pasos de la fundación del Monasterio o Convento de San José, de Ávila, primera fundación de santa Teresa de Jesús (24 de agosto de 1562). Lo vemos aquí desde una perspectiva curiosa: las actas del Concejo de la ciudad, que vengo transcribiendo desde hace varios días (partes I, II, III y IV, por ahora, con ésta V, actual).

Hoy toca la transcripción del acta más extensa y más prolija en datos respecto de las personas y cosas y pareceres en torno a esa famosa (y polémica en su día) fundación teresiana abulense. Por ello, tanto la transcripción textual (con su respectivo aparato crítico) como la posterior transcripción moderna son más largas de lo normal. He querido mantenerlas tal cual porque ésa es la primera faena del investigador y editor de textos: mantener la completez del texto, por largo o complejo que resulte.

Para el momento en que se escribió esta acta, la Santa ya tenía novicias en San José de Ávila


Fundación de San José de Ávila (IV)

 
Un paso más, y seguimos en la presentación de las actas del Concejo de Ávila (finales de agosto de 1562) sobre la fundación del Monasterio o Convento de Carmelitas Descalzas en la ciudad, bajo el patrocinio y titular de San José (como será, desde entonces, conocida esa primera y especial fundación de santa Teresa de Jesús: «San José, 1562»).

Como en las anteriores entregas, primero doy la transcripción textual (siendo todo lo fiel posible a la escritura original) y luego ofrezco la transcripción moderna, para su mejor entendimiento.


Concejo de 29 de agosto de 1562

[Original: Archivo Histórico Provincial de Ávila (AHPA), Ayuntamiento, caja 7, libro 12: «Actas Municipales», 1562, fols. 75r-75v. Publicado: BMC, II, p. 169.]

Concejo

En avila sauado veynte y nueve dias del mes de agosto del dicho año Estando En concejo juntos a canpana ta / ñida. segund que lo an de uso y costunbre Estando en el dicho concejo El Ilustre y muy magnificos señores garci suarez / carvajal corregidor en la çibdad y su tierra por su magestad y Juan de Henao y peralvarez Serrano Regi / dores de la dicha çibdad ante mi El dicho gomez campo Rio escribano susodicho y testigos se hizo y mando lo siguiente
[asunto 1º]          [asunto 2º]

[al margen izquierdo:]
Sobre lo del monesterio

[en el cuerpo del texto:]
Este dia en el dicho concejo los dichos señores Justiçia [y] Regidores dixeron que para tratar y conferir sobre lo /
tocante al monesterio que nuevamente se a yntentado hazer acordauan y mandauan . que para /
mañana domingo a las tres despues de mediodia los señores Juan de henao y peralvarez Serra /
no de parte desta çibdad pidan por merced a los dean y cabildo tengan por bien
nonbren personas que vengan a lo susodicho para tratar dello a la dicha ora y asi mismo
lo pidan y digan a los señores don Francisco de valderrabano y Pedro del peso El viejo y si el
señor don Francisco tuviere ocupaçion se diga al señor diego de bracamonte y asi mismo
se pida y haga saber a los señores prior de santo tomas y guardian de san francisco y prior
de nuestra señora del carmen y a los abades del monesterio de santispiritus y nuestra señora
de lantigua y a los rrectores del nonbre de Jhesús y a los letrados de la çibdad y a
[fol. 75v] Xristoual xuarez y a alonso de Robledo por que aya de todos los Estados
de la dicha çibdad para tratar sobre lo susodicho, para que cada uno
diga su parecer en ello sirviendo a dios nuestro señor y a su magestad del rrey nuestro
señor y procurando El bien de la Republica desta çibdad.

[asunto 3º]          [asunto 4º]          [asunto 5º]


Garci Suarez               Perálvarez                   Juan de
Carvajal                       Serrano                        Henao
[firmado]                           [firmado]                          [firmado]

Paso ante mi
Gomez Campo Río
[firmado]

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Transcripción moderna

 
Concejo [del 29 de agosto de 1562]

En Ávila, sábado veinte y nueve días del mes de agosto del dicho año.

Estando en Concejo juntos, a campana tañida. según que lo han de uso y costumbre; estando en el dicho Concejo el ilustre y muy magníficos señores Garci Suárez Carvajal, Corregidor en la ciudad y su tierra, por su Majestad; y Juan de Henao y Perálvarez Serrano, Regidores de la dicha ciudad, ante mí, el dicho Gómez Camporrío, escribano susodicho, y testigos, se hizo y mandó lo siguiente:
[asunto 1º: no tocante al Convento de San José]

[asunto 2º]:
[al margen izquierdo:]
Sobre lo del Monasterio
 
[en el cuerpo del texto:]
Este día, en el dicho Concejo, los dichos señores Justicia [y] Regidores dijeron que para tratar y conferir sobre lo tocante al Monasterio que nuevamente se ha intentado hacer, acordaban y mandaban: que para mañana domingo a las tres después de mediodía, los señores Juan de Henao y Perálvarez Serrano, de parte desta ciudad, pidan por merced a los deán y cabildo tengan por bien nombren personas que vengan a lo susodicho para tratar dello a la dicha hora y asimismo lo pidan y digan a los señores don Francisco de Valderrábano y Pedro del Peso, el Viejo, y si el señor don Francisco tuviere ocupación, se diga al señor Diego de Bracamonte. Y asimismo se pida y haga saber a los señores Prior de Santo Tomás y Guardián de San Francisco y Prior de Nuestra Señora del Carmen y a los abades del Monasterio de Santispiritus y Nuestra Señora del Antigua y a los Rectores del nombre de Jesús y a los Letrados de la ciudad y a [fol. 75v] Cristóbal Juárez y a Alonso de Robledo —porque haya de todos los Estados de la dicha ciudad—, para tratar sobre lo susodicho, para que cada uno diga su parecer en ello sirviendo a Dios Nuestro Señor y a su Majestad del Rey nuestro Señor y procurando el bien de la república desta ciudad.
 
[asuntos 3º al 5º: no tocantes al Convento de San José]

Garci Suarez Carvajal             Perálvarez Serrano           Juan de Henao
[firmado]                                              [firmado]                                    [firmado]

Pasó ante mí:
Gómez Camporrío
[firmado]

24.7.13

Fundación de San José de Ávila (III)

Seguimos con la transcripción de las actas del Concejo de Ávila sobre la fundación del convento o monasterio de San José, de carmelitas descalzas (1ª fundación de Sta. Teresa).

En el día que hoy presento (26 de agosto de 1562), el tercero en ser tratado el asunto fundacional en el seno del Concejo, el tema resultó ser monográfico para el Concejo, y por ello el secretario se encargó de escribirlo con más solemnidad.

Al igual que en los dos casos anteriores, ofrezco la transcripción textual primero (con todas sus incidencias); y luego la transcripción moderna, para que lo pueda entender el lector no iniciado en asuntos archivísticos-documentales.



Concejo de 26 de agosto de 1562[1]


[Original: Archivo Histórico Provincial de Ávila (AHPA), Ayuntamiento, caja 7, libro 12: «Actas Municipales», 1562, fols. 74v-75r. Publicado: BMC, II, pp. 168-169.]
 
Concejo
 
P En la muy noble çibdad de avila, miercoles veynte y seys dias del mes de agosto de mill y[2] quinientos y / sesenta y dos años Estando juntos En ayuntamiento Estrahordinario Justiçia y Regidores / conviene a sauer los Ilustres señores garçi suarez carvajal corregidor desta dicha çibdad y su tierra por / su magestad y alonso yera y peralvarez Serrano Regidores desta çibdad En presençia y por ante mi / pedro de villaquiran escribano publico del numero desta çibdad y testigos de yuso scriptos abiendose juntado / para cosas tocantes a la governaçion desta çibdad y su tierra, hordenaron y proueyeron / lo syguiente
 
P  Este dia los dichos señores a çierta petiçion que dio Francisco de quiñones En nonbre
desta çibdad dixeron que a la çibdad[3] le pareçe que es gran ynconveniente y
[fol. 75r][4] daño desta çibdad que la casa que se haze agora nuevamente, del nonbre de san Josep
se contradiga por esta çibdad y su tierra, y que El dicho Francisco de quiñones
siga la cabsa, y que los liçençiados Daça y Hortega Letrados de la çibdad En
tiendan En ello y Esto por Razon del perjuyzio que a Esta çibdad Resulta
y al hedeficio de las Fuentes délla, y asi mismo por ser como Es la casa
y sytio do se hedifyca çensual a Esta çibdad, y por otras justas cabsas
que a Ello les mueve, y que siendo nesçesario se ynbie al consejo Real de su magestad sobre
Ello y se ganen todas las prouisiones y rrecabdos nesçesarios y que los
dichos señores alonso yera y peralvarez  Serrano hablen En el caso al señor obispo
Dandole quenta de los daños y perjuyzios, que de la nueva obra que se haze,
viene a Esta çibdad para que se rremedie, y que vysto, salga a la cabsa por la
çibdad, y Rodrigo gallego de El çenso que tiene la çibdad, sobre las
dichas casas para que se vea y prouea Justiçia, y asy lo proueyeron y mandaron
y firmaronlo de sus nonbres k
 
 
Garci Suarez               Alonso            Peralvarez
Carvajal                      Yera                Serrano
[firmado]                           [firmado]              [firmado]
 
 


[1] El acta de este Concejo o reunión del pleno del ayuntamiento se escribe con mayor solemnidad, porque se sabe que es un asunto mayor.
[2] Silverio transcribe equivocadamente “e” (quizá, por influjo de otros textos –sobre todo los medievales– que emplean esta partícula copulativa).
[3] Silverio curiosamente omite “dijeron que a la cibdad”, seguramente por error en el proceso de lectura del original y de su escritura subsiguiente, ya que la última palabra transcrita suya es, precisamente, la última de aquí: “cibdad” (“en nombre desta cibdad”); y no se debió dar cuenta de su error de transcripción porque la frase completa, quitando la expresión omitida por él, sigue teniendo sentido.
[4] Esta indicación significa que el folio 74v (el lado “vuelto” del folio 74 o el reverso de ese folio) ha llegado a su fin y que se da comienzo aquí al folio 75r (el lado “recto” del folio 75 o el anverso de ese mismo folio).

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Transcripción moderna


Concejo [del 26 de agosto de 1562]
 
 
En la muy noble ciudad de Ávila, miércoles, veinte y seis días del mes de agosto de mil y quinientos y sesenta y dos años.
 
Estando juntos en Ayuntamiento extraordinario Justicia y Regidores, conviene a saber: los ilustres señores Garci Suárez Carvajal, Corregidor desta dicha ciudad y su tierra, por su Majestad; y Alonso Yera, y Perálvarez Serrano, Regidores desta ciudad; en presencia y por ante mí, Pedro de Villaquirán, escribano público del número desta ciudad, y testigos de yuso scriptos; habiéndose juntado para cosas tocantes a la gobernación desta ciudad y su tierra, ordenaron y proveyeron lo siguiente:
 
Este día, los dichos señores, a cierta petición que dio Francisco de Quiñones en nombre desta ciudad, dijeron que a la ciudad le parece que es gran inconveniente y daño desta ciudad que la casa que se hace ahora nuevamente, del nombre de San Josep, se contradiga por esta ciudad y su tierra, y que el dicho Francisco de Quiñones siga la causa, y que los Licenciados Daza y Ortega, Letrados de la ciudad, entiendan en ello; y esto, por razón del perjuicio que a esta ciudad resulta y al edificio de las Fuentes della y, asimismo, por ser como es la casa y sitio do se edifica censual a esta ciudad y por otras justas causas que a ello les mueve. Y que siendo necesario se envíe al Consejo Real de su Majestad sobre ello y se ganen todas las provisiones y recaudos necesarios. Y que los dichos señores Alonso Yera y Perálvarez Serrano hablen en el caso al señor Obispo dándole cuenta de los daños y perjuicios que de la nueva obra que se hace viene a esta ciudad, para que se remedie. Y que, visto, salga a la causa por la ciudad. Y Rodrigo Gallego dé el censo que tiene la ciudad sobre las dichas casas para que se vea y provea Justicia. Y así lo proveyeron y mandaron y firmáronlo de sus nombres, etc.
 
 
Garci Suárez Carvajal            Alonso Yera               Perálvarez Serrano
[firmado]                                             [firmado]                              [firmado]

 

23.7.13

Fundación de San José de Ávila (II)

En continuación con lo publicado ayer, sigo con la transcripción de las actas del Concejo de Ávila relativas a la fundación del Monasterio de Carmelitas Descalzas de San José en la ciudad, primera fundación teresiana. Hoy vemos el segundo día (el 25 de agosto de 1562) en que se trató el tema en el equivalente del siglo XVI al actual ayuntamiento de la ciudad.

Como ayer, primero aporto la transcripción original y textual (respetando la ortografía de la época y los finales de línea en el folio, dentro de los libros de actas del Concejo, conservados en el Archivo Histórico Provincial de Ávila), y luego añado la transcripción moderna.

Monasterio de San José de Ávila
(foto entre fines del siglo XIX e inicios del XX)


Concejo de 25 de agosto de 1562[1]

[Original: Archivo Histórico Provincial de Ávila (AHPA), Ayuntamiento, caja 7, libro 12: «Actas Municipales», 1562, fol. 74v. Publicado: BMC, II, p. 168.]

Concejo

En avila martes veynte y çinco dias del mes de agosto de mill y quinientos y sesenta y dos años. Estando en / concejo a campana tañida según lo que an de huso y costumbre Estando en el dicho concejo El Ilustre y muy magnificos / señores garci suarez carvajal corregidor en la dicha çibdad y su tierra por su magestad y peralvarez serrano / rregidor de la dicha çibdad ante mi pedro de villaquiran escribano publico de avila y testigos se hizo y / proveyo lo siguiente:
 
[asunto 1º][2]          [asunto 2º][3]          [asunto 3º][4]          [asunto 4º]

[al margen izquierdo]:
Llamar Regidores
para mañana mier
coles
sobre el monesterio
que nuevamente se a echo

[en el cuerpo del texto:]
Este dia los dichos señores dixeron que por quanto a ora nuevamente
es venido a su notizia que çiertas mugeres diziendo que son mon
jas del carmen, an tomado vna casa, que es çensual a Esta cib
dad, y an puesto altares y dicho misas En ella y por aber como
ay muchos monesterios de frayles y monjas e pobres que
padeçen[5] nesçesidad, que para que se rremedie y prouea sobre
Ello lo que conviniere, al bien vniversal desta çibdad, se llame[6]
y junten los Caualleros Regidores, que ay En esta çibdad para
que sobre Ello se prouea, para mañana miercoles a las nueve de
la mañana, y que se llamen los letrados desta çibdad.

- a todo lo qual fueron presentes por testigos Francisco de quiñones procurador
  general del comun de la dicha çibdad y Diego Flores mayordomo de la
  dicha çibdad.

Garci Suarez               Peralvarez
Carvajal                       Serrano
[firmado]                           [firmado]


 

[1] Concejo íntegro sobre el tema de la fundación del Convento de San José.
[2] No transcrito por Silverio, por no tener que ver con la fundación de San José. [En el original, en el fol. 74r.]
[3] Ídem.
[4] Ídem. [En el original, en el fol. 74v.]
[5] Silverio transcribe equivocadamente “padescen”.
[6] Silverio transcribe equivocadamente “llamen”. Es correcto decir: “se llame (a los caballeros) y [se] junten los caballeros”.

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Transcripción moderna
 
Concejo [del 25 de agosto de 1562]

En Ávila, martes, veinte y cinco días del mes de agosto de mil y quinientos y sesenta y dos años.

Estando en Concejo, a campana tañida, según lo que han de uso y costumbre; estando en el dicho Concejo el ilustre y muy magníficos señores Garci Suárez Carvajal, Corregidor en la dicha ciudad y su tierra, por su Majestad; y Perálvarez Serrano, Regidor de la dicha ciudad; ante mí, Pedro de Villaquirán, escribano público de Ávila, y testigos, se hizo y proveyó lo siguiente:

[asuntos del 1º al 3º: no tocantes al Convento de San José]

[asunto 4º:]

[en el margen izquierdo:]
Llamar Regidores para mañana miércoles: sobre el Monasterio que nuevamente se ha hecho.

[en el cuerpo del texto:]
Este día, los dichos señores dijeron que por cuanto ahora nuevamente es venido a su noticia que ciertas mujeres —diciendo que son monjas del Carmen— han tomado una casa (que es censual) a esta ciudad, y han puesto altares y dicho misas en ella; y por haber, como hay, muchos monasterios de frailes y monjas, y pobres, que padecen necesidad; que para que se remedie y provea sobre ello lo que conviniere al bien universal de esta ciudad, se llame y junten los Caballeros Regidores que hay en esta ciudad, para que sobre ello se provea: para mañana miércoles, a las nueve de la mañana. Y que se llamen los Letrados de esta ciudad.

A todo lo cual fueron presentes, por testigos, Francisco de Quiñones, Procurador General del común de la dicha ciudad, y Diego Flores, Mayordomo de la dicha ciudad.

Garci Suárez Carvajal            Perálvarez Serrano
[firmado]                                             [firmado]


22.7.13

Fundación de San José de Ávila (I)

En 1562 se fundó el Monasterio de Carmelitas Descalzas en Ávila, cuyo titular fue «Nuestro Padre San José», fundado, como bien es sabido, por la monja «inquieta y andariega» doña Teresa de Cepeda y Ahumada, quien por entonces ya firmaba como Teresa de Jesús. Exacto: fundado por Santa Teresa de Jesús, también conocida fuera del ámbito hispanohablante como Santa Teresa de Ávila.

Pues bien, se han cumplido 450 años de la fundación de dicho monasterio abulense, y el año pasado de 2012 tuve la ocasión de acercarme por el Archivo Histórico Provincial de Ávila, para transcribir o revisar las transcripciones ya hechas de las actas de los plenos del Ayuntamiento de la ciudad, que en el siglo XVI se llamaba "Concejo" o "Consejo" municipal.

Libro de Concejos de Ávila
Es un trabajo arduo, ya que la escritura original (en los antiguos tomos conservados en ese Archivo Histórico) comienza a ser del periodo llamado de "escritura humanística", pero aún conserva trazos o dejes de los modos de escribanía anteriores, tales como algunas abreviaturas (marcadas en la parte superior de las palabras -por lo general-, con trazos diversos que hay que ir reconociendo a medida que se va leyendo el texto manuscrito). También conserva la ambivalencia de algunos grafemas, como la "u", que se puede leer tanto como vocal "u", como consonante "b" o "v". Se observa, además, el uso de la cedilla, "ç", para marcar el sonido suave de la "c" (es decir, el sonido "z", no el duro "k"). No existía por entonces la ortografía que hoy conocemos, por lo que las comas, puntos, etc., no aparecen en el texto original. Sí que las he añadido, en cambio, en la transcripción moderna, para comprender mejor lo transcrito.

En sucesivas entregas iré publicando esas transcripciones del texto original, junto a la transcripción moderna de cada texto. Es un humilde homenaje al comienzo del Carmelo Teresiano, datado en 1562, con la fundación del Monasterio de San José de Ávila.

*     *     *     *     *
 
«Actas del Concejo de Ávila sobre el Convento de San José, fundado por Santa Teresa»[1]
 
Concejo de 22 de agosto de 1562
[Original: Archivo Histórico Provincial de Ávila (AHPA), Ayuntamiento, caja 7, libro 12: «Actas Municipales», 1562, fol. 73r. Publicado: BMC, II, pp. 167-168.]
 
Concejo[2]
 
En auila sauado veynte y dos dias del dicho mes de agosto del dicho año Estando[3] En concejo juntos / a canpana tañyda segun [que] lo an del uyso y costunbre estando en el dicho concejo El Ilustre señor / garci Suarez Carbajal corregidor en la dicha çibdad y su tierra por su magestad y peralvarez y Serrano Regi / dor de la dicha çibdad, ante my gomez camporrio escribano publico y del dicho concejo y testigos se hizo y mando lo / siguiente
Testigos Diego Flores y Rodrigo gallego mayordomos de la dicha çibdad
P Los dichos señores nonbraron presydente al señor pedro del aguila y
en su absencia al señor peralvarez k
[asunto 1º][4]
Este dia pareçio en el dicho concejo Lazaro davila cantero veedor de las Fuentes
y dixo que El a sabido que […][5] Valle que vibe al barrio de señor San Ro
que en las cassas que eran de valvellido clerigo difunto quiere hazer cierto
edeficio en las dichas cassas El qual si se haze como se dize es muy gran
daño y perjuyzio para El hedeficio de las Fuentes por algunas cab
sas que se pueden seguir especialmente porque subiendo obra alguna en el
hedeficio que se hiziere queda cubria por la parte de las dichas Fuentes
y en el ynvierno especialmente quando helare sera ocasion y cabsa muy
grande para que El agua de las dichas Fuentes se hiele[6] y no corra de donde
Redundara muy gran daño y perjuyzio a toda la rrepublica desta
çibdad. Por ende que pedia y suplicaua a los dichos señores Esten advertidos
para que si la dicha obra se començare se ynpida por esta çibdad y los
dichos señores agradecieron al dicho Lazaro de avila de aber adbertido
de lo susodicho a esta çibdad al qual encargaron y mandaron que
este sobre gran aviso de ver si se hiziere alguno hedeficio en lo susodicho
y al punto lo haga sauer a esta çibdad, para que se remedie, y acordaron
que el dicho señor corregidor y con su merced El señor peralvarez vayan mañana
o El lunes a por lo que el dicho Lazaro Davila dize para sauer lo que
conviene hazerse.
[asunto 2º][7]
El dicho señor corregidor dixo en el concejo que de auer dado la liçençia que se dio
a los del nonbre de Luis[8] Resyden[te] en la yglesya de señor san gil En
començando que se començo a abrir para hedifycar se vio que de auer
hedeficio alguno en la dicha parte de las dichas Fuentes Recebian muy gran
daño por lo qual se mando que no se hiziese obra alguna por tanto que
porque desto no se pierda memoria mandaua se asiente en este
libro para que se sepa. que no se a de dar liçençia alguna para hazer
alli hedeficio por el daño grande [que] las Fuentes reçiben.
[prosiguen otros asuntos ajenos al tema de la fundación del convento de San José]

[1] Título dado en «Biblioteca Mística Carmelitana» (BMC), ed. del P. Silverio de Santa Teresa, tomo II, apéndice XVII, p. 167. (En ese apéndice se transcriben muchas actas.) Sólo se transcriben aquí las actas municipales correspondientes a los días 22, 25, 26, 29 y 30 de agosto de 1562, sobre la fundación del Convento de San José.
[2] El escribano usa una abreviatura para la palabra “Concejo” o “Consejo”: ρ (la erre en griego). En el texto aquí transcrito se desarrollan todas y cada una de las abreviaturas. También he separado las palabras escritas juntas, según el uso de entonces, para poder entender mejor el texto (exclusive las contracciones como desta). Como en el siglo XVI no existía una normativa clara respecto de la puntuación (comas, puntos, etc.), he transcrito las comas y los puntos donde parecía que los había (ya que, a veces, los hay pero el trazo para indicarlos no es el habitual o no está a la distancia de la palabra anterior a la que estamos acostumbrados). Y, por último, en lo tocante a las grafías empleadas en la escritura se ha transcrito escrupulosamente cada una de las grafías antiguas, hoy ya desaparecidas, como por ejemplo la cedilla (ç).
[3] Las mayúsculas y minúsculas que aparecen en el documento no son equivalentes a las que se usan en la actualidad; además, tampoco tenían el mismo valor que hoy.
[4] Los incisos entre corchetes ([ ]) son explicaciones del transcriptor para mejor entendimiento del texto o para añadir alguna letra o letras olvidadas por el escribano.
[5] Aquí hay un espacio en blanco para escribir luego el nombre del señor Valle, cosa que olvidó finalmente hacer el escribano.
[6] Silverio transcribe “hiele”; se puede leer “lleue” [lleve]; pero aquí tiene más sentido “hiele”.
[7] Silverio no transcribe este segundo asunto del acta municipal, aunque tiene que ver con la misma prohibición de construir edificio alguno (como el Convento de San José, que se pretendía) en ese lugar de las fuentes.
[8] Transcripciones posibles: “de Luis”; “de Yús” [improbable el acento]; “de Llues” [no se explica así el trazo encima de es, que sí puede ser el punto de la i de Luis].
 
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Transcripción moderna
 
Concejo del 22 de agosto de 1562
 
En Ávila, sábado, veinte y dos días del dicho mes de agosto del dicho año [1562].
Estando en Concejo juntos, a campana tañida, según [que] lo han de uso y costumbre, estando en el dicho Concejo el ilustre señor Garci Suárez Carvajal, Corregidor en la dicha ciudad y su tierra por su Majestad, y Perálvarez y Serrano, Regidor de la dicha ciudad, ante mí, Gómez Camporrío, escribano público, y del dicho Concejo y testigos, se hizo y mandó lo siguiente:
Testigos: Diego Flores y Rodrigo Gallego, Mayordomos de la dicha ciudad.
Los dichos señores nombraron presidente al señor Pedro del Águila y, en su ausencia, al señor Perálvarez.
[asunto 1º:]
Este día pareció en el dicho Concejo Lázaro Dávila, cantero veedor de las Fuentes, y dijo que él ha sabido que [el señor] Valle (que vive al barrio del señor San Roque), en las casas que eran de Valvedillo (clérigo difunto), quiere hacer cierto edificio en las dichas casas; el cual, si se hace como se dice, es muy gran daño y perjuicio para el edificio de las Fuentes, por algunas causas que se pueden seguir; especialmente, porque subiendo obra alguna en el edificio que se hiciere, queda cubría por la parte de las dichas Fuentes, y en el invierno, especialmente cuando helare, será ocasión y causa muy grande para que el agua de las dichas Fuentes se hiele y no corra; de donde redundará muy gran daño y perjuicio a toda la república desta ciudad.
Por ende, que pedía y suplicaba a los dichos señores estén advertidos para que, si la dicha obra se comenzare, se impida por esta ciudad. Y los dichos señores agradecieron al dicho Lázaro de Ávila de haber advertido de lo susodicho a esta ciudad; al cual encargaron y mandaron que esté sobre gran aviso de ver si se hiciere algún edificio en lo susodicho y al punto lo haga saber a esta ciudad, para que se remedie. Y acordaron que el dicho señor Corregidor y, con su merced, el señor Perálvarez, vayan mañana o el lunes a por lo que el dicho Lázaro Dávila dice, para saber lo que conviene hacerse.
[asunto 2º]
El dicho señor Corregidor dijo en el Concejo que, de haber dado la licencia que se dio a los del nombre de Luis (residen en la iglesia del señor San Gil), en comenzando que se comenzó a abrir para edificar, se vio que de haber edificio alguno en la dicha parte de las dichas Fuentes, recibían muy gran daño por lo cual se mandó que no se hiciese obra alguna.
Por tanto, que porque desto no se pierda memoria, mandaba se asiente en este libro para que se sepa que no se ha de dar licencia alguna para hacer allí edificio, por el daño grande [que] las Fuentes reciben.
[prosiguen otros asuntos ajenos al tema de la fundación del Convento de San José]



20.7.13

¿Teresa de Jesús versus Juan de la Cruz?


Algunos dicen: “Teresa es genial, su prosa, su entusiasmo, su pasión…, pero Juan de la Cruz me parece bastante oscuro de entender”. Otros dicen: “Juan de la Cruz es el mejor director espiritual que he encontrado jamás, leo y releo sus obras y me ayuda a caminar por las sendas del espíritu; pero con Teresa de Jesús y sus frases intercaladas me hago un lío, comienzo y al rato ya no sé cómo seguir”. Parece, pues, que el estilo de una estuviera enfrentado al del otro. O, por más decir, el modo de comunicar (y aún lo comunicado, su contenido) de la primera fuera opuesto al del segundo. ¿Es tal intuición verdadera? Me parece que no. Igual que los cuatro evangelistas completan el único “Evangelio de Jesús”, así la Santa y el Santo son dos voces complementarias (aunque diferentes, ciertamente) de la misma palabra y único espíritu comunicado por el Señor al Carmelo Teresiano y, desde él, a toda la Iglesia y a toda la Humanidad. Solo hace falta tener en cuenta algunas notas características del modo y del estilo de una y de otro, para poder «entender estas verdades», cosa que repite mucho la Santa y en lo que pone gran empeño en sus obras. Pongámoslo nosotros también.


Teresa fue mujer. Y tuvo un temperamento arrollador; una pasión que encendió a muchos, la mayoría de los que se cruzaban con ella, en el amor a Dios. Teresa no paró (en su tiempo le dijeron: inquieta y andariega): multiplicó sus fundaciones de monjas (y aún de frailes) por toda España. Teresa, como mujer —aunque no fue madre natural sí lo fue espiritual de sus hijas y de sus hijos— dio a luz una nueva familia. De ahí su maternidad, nunca bien ponderada del todo. Como “mujer-madre”, ofrece en sus escritos un camino “hacia dentro”, de instrospección, de diálogo interior, de descubrimiento de la «gran capacidad» propia y del don de Dios que hace a las personas que se determinan a darse del todo… Teresa escribió, precisamente, el Castillo interior; interior, no exterior; aunque se dio mucho a lo exterior, por las circunstancias que le rodearon en su faceta de fundadora. De la morada más externa se camina a la más interna. El profesor López Quintás, catedrático en estética y personalista, ha repetido en sus obras un estribillo que yo desearía aplicar ahora a la Santa: hacer de lo externo, exterior y ajeno, algo interno, interior e íntimo. Dios está y sólo hace falta descubrir que está; «buscarme has en ti; buscarte has en mí», entendió la Santa que le decía el Señor; y en eso empleó sus esfuerzos y lo quiso compartir con los que le rodeaban, entre ellos fray Juan de la Cruz.


Juan fue varón. Y tuvo un temperamento más reservado que Teresa, no tan arrollador, sino más bien que dejaba el dulzor y la belleza del trato íntimo con Dios en sus interlocutores. Se le ha pintado a veces, a Juan, como hosco y huraño, casi inhumano para muchos; pero eso es sólo una caricatura de la persona, no la imagen cierta de él. En el trato Juan de la Cruz era cercano y afable, callado porque sabía escuchar, locuaz cuando lo deseaba (si no, nunca hubiéramos sabido detalles de su vida privada que compartió no con una sino con varias personas de su alrededor, frailes, monjas y algún seglar). Juan era alegre, no taciturno; alegría moderada en público, más expresiva en el claustro, sobre todo en las representaciones teatrales que se hacían (y él fomentaba) sobre los diversos momentos de la vida de Jesús (la Navidad, la Pasión…). Juan fue andariego, tanto o más que Teresa; Juan es el cofundador, el coadjutor, el ayudante de Teresa en esa labor fundadora, tanto de monjas como de frailes, en cuyas crónicas dejó manuscritas las palabras iniciales de las actas de fundación. Juan caminó mucho, pero se retiró mucho también; lo vemos en la Peñuela, uno de los ‘desiertos’; vemos a Juan disfrutar de ese retiro y escribir en pocos días, por ejemplo, el libro de Llama de amor viva. Contrastando aparentemente con esa interioridad buscada y gozada, escribe cosas sorprendentes en su Cántico espiritual, cosas que pudo ver (gamos saltadores, en la sierra de Cazorla, por ejemplo) y otras que nunca llegó a ver (leones); describe acciones con tal agilidad y con tanta frescura que uno se imagina a Juan realizando lo que escribe:
«A las aves ligeras,
leones, ciervos, gamos saltadores,
montes, valles, riberas,
aguas, aires, ardores,
y miedos de las noches veladores».
Y en parte sí que lo hizo, pero quizá no tanto. También es incontestable su «salir» constante: «salí sin ser notada». O incluso: «volé tan alto, tan alto, / que le di a la caza alcance». Y voló muy alto, lo más que conocemos; y, sin embargo, no murió en pleno vuelo, en plena misión, sino habiéndose retirado a la Peñuela y habiendo ido a curarse a Úbeda unas calenturillas que lo postraron en cama, aunque con el deseo de haber marchado a las Indias occidentales, que luego se trocarían en las Indias celestiales.


Teresa y Juan. Dos grandes genios. El uno, mujer; el otro, varón. Una, interiorizadora e introspectiva en sus escritos y extrovertida en su vida; otro, exteriorizador (para luego ser interiorizador) en sus escritos e introvertido en su vida; una, mayor, otro, joven; una, experimentada capitana, otro, experimentado padre de su alma, «muy mi padre»; una, desbordante de palabras, otro, sobreabundante en las explicaciones. Recopilando las contraposiciones, podríamos decir que finalmente resultan complementarios. Y gracias a Dios que lo son, porque si dijeran absolutamente lo mismo resultaría repetitivo; y si expresaran modos totalmente opuestos, habrían creado excesiva confusión en los lectores.

19.7.13

[Los sueños]


los sueños...,
los rayos mortecinos,
las penumbras,
las ensoñaciones,
las miradas infinitas,
los horizontes cercanos,
las sombras alargadas,
las siluetas borrosas,
los oleajes de bajamar,
los ruidos lejanos,
las voces opacas,
los recuerdos,
las calladas,
los susurros,
las quimeras,
los castillos altos,
las arenas bajas,
las aguas,
los crepúsculos,
las imágenes,
los espectros,
las rémoras,
los chavales...
las luces,
los sueños...
las gentes

Desierto, 2012.