21.10.13

Auténtica deportividad



La palabra mueve... Y el ejemplo conmueve
 
En España, en Navarra, en la carrera de Cross de Burlada, el 2 de diciembre de 2012.
Sucedió un hecho muy interesante; nos sirve de testimonio de integridad para la vida. En este caso, en el deporte.
 
Uno de los atletas va en 1ª posición y va a ganar la carrera. Es el keníata Abel Mutai, de raza negra (se ve en la foto: va en primer lugar). Es poseedor de la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Londres 2012. Es el favorito y está a punto de ganar la carrera...
 
...pero a pocos metros de la meta, confunde el tramo final de la competencia, y cree haber ganado ya...
...por lo que afloja el paso y, ya relajado, comienza a saludar al público, creyéndose -obviamente- vencedor...
 
Detrás de él va un deportista español, de 24 años, de raza blanca, llamado Iván Fernández Anaya (se ve en la foto y va en segundo lugar).
 
Este corredor se da cuenta de que su compañero se equivoca -pues se ha parado metros antes de la meta-. ¿Qué hace? ¿Qué decisión toma en esa tesitura?
 
Muy sencillo. No lo duda. Se queda detrás de su compañero que va en primer puesto, y le indica con el brazo la dirección de la meta, casi empujándolo -porque él va corriendo y su compañero ya casi camina-. Lo lleva literalmente hasta la meta y deja que siga delante de él: el keníata gana la prueba; el español, en 2º lugar.
 
Al terminar la prueba deportiva, preguntan al corredor español:
«¿Por qué has hecho eso? ¿Por qué no has pasado por delante y has ganado la prueba, aprovechando la confusión del keníata?».
 
La respuesta del corredor español es ésta:
«Aunque me hubieran dicho que, ganando, tenía plaza en la Selección Española para el Torneo Europeo, no me habría aprovechado. Creo que es mejor lo que he hecho que si hubiera ganado. Y esto es muy importante; porque hoy en día, tal como están las cosas en todos los ambientes (en el fútbol, en la sociedad, en la política), donde parece que todo lo honrado ha perdido su valor, un gesto de honradez va muy bien».
 
Aquí tenemos una prueba palmaria de auténtica deportividad. En el deporte, como en los negocios, en la amistad, en la familia, en el voluntariado, en la universidad, en la política, en la organización o en el entretenimiento... ¡las formas y los medios de conseguir algo son muy importantes!
 

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